Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2011

A LOS HIJOS DE DIOS

Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios [...]. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios , cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos. Pues éste es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 1 Juan 5:1-3. El verdadero cristianismo trabaja de adentro hacia afuera. Es un manan­tial de agua pura, que desborda y lleva vida a quienes se relacionan con nosotros. No es institucional, sino personal. No se limita a no hacer cosas malas: es indispensable hacer cosas buenas. Esa es la idea del versículo de hoy. Nota bien lo que dice San Juan: él habla de “todo aquel que ha nacido de Dios”; que ha sido convertido y se ha vuelto justo, porque se escondió en Cristo. ¿Cómo vive esa persona? Tiene dos características: guarda los Mandamientos de Dios y ama a sus hermanos. No me voy a detener, hoy, en el aspecto de la obediencia ; voy a mencionar la importancia de vivir en armo­nía con los hermanos y de amarlos